Las Palabras del Alma

Las Palabras del Alma

Las Palabras del Alma

17

Las Palabras del Alma

Las Palabras del Alma

(1)

George se levantó de la cama con pesadez y se sintió tan deprimido que no deseaba ver a nadie durante el día, pero estaba en un duelo con Cakh y se prometió que le iba a vencer y que tendría éxito en su difícil misión y que debería separar lo personal de lo profesional por el bien de su futuro laboral.
Hoy tenía cita a las diez con Yamal y tenía tiempo suficiente para desayunar y ver su correo. Como no tenía ganas de salir de la habitación, pidió que le subieran el desayuno y, después, tomó una ducha.
Al cabo de unos minutos, le subieron el desayuno a la habitación y se lo dejaron sobre la mesa. George se puso a desayunar y mirar sus mensajes. Leyó un mensaje de Catherina:

“Querido George:

No sé por qué a pesar del poco tiempo que ha pasado desde que te fuiste de viaje, te echo mucho de menos y no puedo esperar un mes hasta tu regreso, pues tengo preocupaciones y te necesito mucho. Y para que veas lo grave de mi situación, te digo que yo, la católica religiosa, lloré mientras oía la traducción del libro sagrado de los musulmanes al que llaman El Corán y ahora estoy en una situación de perturbación enorme y te necesito.

Te quiere, Catherina.

Él le respondió:

“Mi querida Catherina:

Creo que regresaré pronto, pues la cita de ayer fue muy mal y un mal ejemplo de los musulmanes y no sé si el problema está en los musulmanes o en su religión, pero odio a este tal Mustafá con el que me vi ayer e intentaré regresar en unos días, así que reza por mí pues no quiero fracasar en mi reto con Cakh.

Te quiere, George.

Y encontró un mensaje de Janulca:

“Querido George:

Tu mensaje me ha llegado y me alegro de que el robo no fuese cierto. Ten cuidado con precipitarte la próxima vez. Respecto a la situación de la mujer, no hay problema. El problema está en la libertad en el islam. Si sabes algo de eso, infórmame.

Janulca.

Le respondió:

“Querido Janulca:

Puede que te extrañe que te diga que en este breve periodo de tiempo he cambiado de opinión. En el islam no hay injusticia contra la mujer, sino que la honra y la valora, respetando su naturaleza, aunque nosotros no nos hemos acostumbrado a eso en nuestras sociedades europeas, pues se trata de un sistema totalmente diferente. He hablado mucho del tema y me he asegurado, pero no he hablado sobre la libertad en el islam. Si tienes algo, mándamelo y yo se lo mandaré a los demás e intentaré investigar sobre ello.

George.

Mientras leía su correo, sonó el teléfono. Era el recepcionista que le informaba de que había alguien esperándole abajo. Miró la hora y eran las nueve y media. Se extrañó. ¿Acaso Yamal había llegado temprano?

- Perdón, ¿Quién me está esperando?

- Una chica joven.

- ¿Quién es?

- Dice que la conoce, pero no me dijo su nombre.

- De acuerdo, bajaré a verla.

George bajó a la recepción y encontró a Diana, vestida de manera sencilla, con el pelo recogido y sin maquillarse. Estaba muy diferente de anoche y aun así su cara era más hermosa y se notaba en sus ojos grandes una mirada de inteligencia.
George le saludó y le invitó a sentarse.

- ¿Qué deseas tomar?

- Nada, voy a ser breve.

George pidió al recepcionista que les trajera dos vasos de zumo y preguntó a Diana por la razón de su visita. Notó que en sus ojos había lágrimas que intentaba retener.

- Aquí tienes.

- Yo soy la que ayer quería escaparse de las preguntas que le destrozaban y la mataban por dentro y soy la que humillaste ayer. Soy la ortodoxa fugitiva, la callada y cansada…

- Te recuerdo muy bien. ¿Qué necesitas?

- ¿Soy guapa?

- Sí, muy guapa. Con una belleza oriental muy destacable. Pero ¿has venido para que te diga que eres guapa?

- ¿Por qué me humillaste ayer?

- Yo no te humillé. Solo te preguntaba unas cosas.

- Dijiste que estabas cansado de esas preguntas y que huir no solucionaría el problema. ¿Podrías darme la respuesta a esas preguntas?

- ¿Has venido para eso?

- Sí.

- ¿Y si te digo que no tengo respuestas y que estuve a punto de suicidarme?

- Si lo que dices es cierto, significa que eres listo.

- ¿Soy listo por no tener respuestas?

- Me refiero a que has dejado de huir.

- ¿Por qué huyes tú entonces?

- Somos humanos y tenemos debilidades.

- Pero ¿es que no hay una respuesta correcta a estas preguntas?

- Sin duda las hay.

- ¡Cuánto deseo llegar a ellas!

- Yo las conozco pero las temo…

- ¿Las conoces?

- Sí, pero la persona no puede realizarse ni ser alguien en la vida si no es valiente consigo mismo.

- ¿Qué quieres decir?

- A veces el pobre se queda pobre porque teme perder un negocio y a veces el soltero permanece soltero por miedo al matrimonio y el ignorante permanece ignorante por el miedo a saber.

- Es cierto, pero no entiendo lo que quieres decir.

- Conozco una respuesta buena a esas preguntas, pero podrían matarme o encarcelarme. Por eso me he quedado como estoy.

- Pues yo no voy a ser cobarde. Dime cuáles son…

- ¿Estás seguro de que eres lo suficientemente valiente?

- Es probable. Dime las respuestas sin vacilación, por favor.

- Yo decía lo mismo que tú, pero al final me pudo el miedo y volví a pensar en maneras de huir.

- Déjame comprobar mi valentía si me convences de lo que dices. ¿Dónde está la respuesta a mis preguntas?

- Vine a saber las respuestas de ti, no para enseñarte mis respuestas.

- Pero me he vuelto aprendiz, enséñame.

- Puede que lo te diga te vaya a enfadar, pero he pensado mucho, y no veo solución salvo que seas musulmán.

George levantó la mirada al cielo, y sonrió a Diana, y empezó a recordar todas las situaciones que ha vivido desde que empezó la búsqueda del camino de la felicidad, Catherina, Ormelia, Lyvi, Habib, Janulca… Mutiurrahman, Karimullah, Adam, Sheij Basem, Yamal… fue un largo viaje, y una gran aventura en la que estudió, leyó e investigó, ¿qué será el final de ese viaje? ¿Será el islam el camino a la felicidad?
Además, ¿no era él el que decía que si encontraba el camino lo escogería sin dudar? ¿Será cierto lo que dice Adam de que necesito mucha valentía? ¿Es su valentía una mera predicación?

- Lo siento, parece que te incomodad, deseaba que tuvieras otra respuesta, todo lo que deseo es que tu silencio no fuera por miedo como yo.

- Lo siento, solo estaba pensando.

- ¿En qué?

- En tu pregunta.

- Conozco la respuesta, tienes miedo.

- ¿Miedo de qué?

- De quienes te rodean, de ti mismo…

- No tengo miedo, pero dime: ¿Por qué tienes tanto miedo del islam?

- No tengo miedo del islam.

- ¿De qué entonces?

- De mi familia, mi padre ha fallecido y vivo con mi madre en casa de mi tío, y yo sé que si me hago musulmana se enfadará y podría incluso matarme.

- ¿Por qué?

- Mi familia cree que los musulmanes nos engañan.

- Puedo que eso sea cierto.

- Mi tío, está siempre pendiente de que me mezcle con los musulmanes no religiosos más que con los cristianos incluso, pues hablé con muchos cristianos y me dicen que perturbo su interior religioso, y por ello mi tío quiere que me junte con los musulmanes pervertidos.

- ¿Como Mustafá?

- Sí, le odio tanto…

- ¿Pero no es un ejemplo de musulmán?

- Es un ejemplo para los pervertidos y desviados, llámalo laicismo, liberalismo, o satanismo… pero dime, ¿a ti qué te impide ser musulmán?

- Disculpa, primero quiero que termines de contarme ¿por qué te mataría tu tío?

- Para que no se extiendan las conversiones.

- Esto contradice todos los derechos de libertad religiosa.

- ¿Qué libertad? Soy cristiana como tú, ¿acaso tienes libertad? ¿No crees en los secretos de la iglesia que rechaza la razón? ¿tienes libertad de creer que el Mesías no fue un dios, como dicen algunos libros sagrados?

- Déjate de eso, tengo una cita ahora y acabo de ver a mi amigo esperándome ahí, pero me gustaría terminar nuestra conversación, y presentarte a mi amigo el musulmán, si no te importa.

- Creo que te escapas de responder a la pregunta que te hice por miedo, pero es tu decisión. Me encantaría conocer a tu amigo.

George se dirigió hacia Yamal, y le pidió disculpas por el retraso, y le presentó a Diana.

- Esta es Diana, quiere ser musulmana.

- Hola Diana, soy Yamal de Alejandría, y me alegra que quieras ser musulmana.

- Yo también soy de Alejandría, pero soy ortodoxa, y no le dije a George que quiero ser musulmana, sino que la solución a nuestras preguntas está en el islam.

- Bien, y eso significa que te gusta el islam, porque a nadie le gusta la depresión, ni la ansiedad ni vivir sin respuestas.

- Cierto, y por eso le pregunté a George por qué no se convertía.

- Y yo no le respondí, porque me sorprendió la dureza de los egipcios, ya que Diana dice que la matarían o la encarcelarían.

- Diana suspiró con tristeza… oh, por favor no acuses a los egipcios, vosotros en Europa y América sois aún más duros, o es que os habéis olvidado de lo que hicisteis en Iraq en “Abu Grib”, pues la dureza y la violencia más duras, especialmente contra la mujeres, las tenéis vosotros, ¿acaso puedes negar que la mujer se expone a ser pegada seis veces más que el hombre? ¿Niegas que el 33% de las mujeres en América sufran violencia y que el 77% de los maridos en el Reino Unido peguen a sus mujeres sin razón?

- Veo que te has enfadado conmigo.

- No, pero soy egipcia y defiendo mi país.

- ¡Es bonito el amor a la patria… muy bonito! Pero el amor a los principios es más importante, y a pesar de mi convicción de que en occidente somos violentos y machistas, también me extraña que vosotros lo tengáis, pero somos mejor que vosotros en cuanto a la libertad religiosa, pues tú puedes ser cristiana, musulmana, judía, budista, o lo que quieras.

Yamal sonrió y dijo:

- Jajaja ¿y por eso se prohíbe el niqab en Francia, y el Adhan en Suiza? ¿de qué libertad hablas?

- Tienes razón Yamal, pero no matamos ni encarcelamos a nadie.

- Ni tampoco nosotros matamos a quien quiera ser musulmán.

- Tienes razón Yamal, creo que esto es parte del cristianismo radical en nuestros países, ¿pero no se expandió el islam con la espada?

- ¿Quién fue el líder del ejército con el quien se conquistaron Indonesia, Nigeria, Etiopía, Tanzania y otros? La mayoría de los países musulmanes fueron fundados por la predicación y no la espada, y la historia lo demuestra, y nunca se obligó a nadie a ser musulmán. ¿Acaso no llevan los cristianos de esos países viviendo bajo el gobierno de los musulmanes más 1400 años y nadie les obligó? ¿Y lo indios estuvieron bajo el mandato de los musulmanes durante 1000 años acaso les obligaron? ¿Fueron obligados los cristianos de Al Ándalus, o España ahora, a convertirse, o fueron los cristianos quienes les obligaron a ellos a cristianizarse en la reconquista y les mataron en los juicios después de eso?

George sintió que la conversación ha tomado unas dimensiones grandes y que se salía de su control, y quiso terminarla:

- Hemos tardado, y os quería presentar el uno al otro. Diana esta es mi tarjeta, ¿puedes darme tu número?

- Sí, esta es mi tarjeta, y esta es para ti Yamal.

- Te llamaré, si no te importa para terminar la conversación, puede que hoy o mañana.

- Lo importantes es que mi tío no lo sepa, porque si no me pasaría lo mismo que a Wafa Constantino, Cristine Masri, o Mirna Adil, u otras… y recuerda que no me has respondido a mi pregunta.

- Te llamaré hoy o mañana, y te responderé a pesar de la dificultad de la pregunta. Adiós.

(2)

George subió al coche, y dijo a Yamal con asombro:

- ¿Qué son esos nombres que mencionó?

- ¿Wafa Constantino, Cristine, y Mirna? Fueron unas cristianas que se hicieron musulmanas entonces las secuestraron, las torturaron y a algunas las mataron. Y ella tema ser una de ellas.

- ¡Violencia y brutalidad! Lo importante es que quiero continuar mi trabajo en El Cairo mañana, para poder regresar a Inglaterra en unos días, y luego volver otra vez a El Cairo, pues mi esposa está pasando por unas circunstancias en las que me necesita y debo estar a su lado.

- Bien, hoy tienes el último encuentro de la empresa, después toma tu decisión, y vuelve a organizar lo que necesites.

- Sí, será así, pero quiero poner un sistema de seguimiento del trabajo para cuando esté de viaje.

- Después de la última entrevista de la empresa, descubrí que hay uno que sirve para eso. Nos hemos acercado. ¿Cuándo quieres que vuelva a por ti?

- Entra conmigo y luego te digo.

Entraron en el edificio de la empresa y pidieron a la secretaria ver al director. Ésta le llamó y le informó de la cita.

- Pasad, el Dr. Khaled os está esperando.

El Dr. Khaled les recibió en la sala de reuniones.

- En base a los correos que nos hemos estado enviando, creo que hay candidatos expertos que puedes entrevistar hoy.

- Sí, hay cuatro personas para hoy y puedo entrevistar a otros más mañana, si quieres, pues yo separo entre los técnicos y entre los especialistas en administración y tecnología.

- ¡Maravilloso! ¿Qué hay de los expertos en administración y tecnología?

- Como te dije, son cuatro y los verás mañana y creo que pueden ver a los técnicos en tu lugar, si les convences. De todas formas, son técnicos y programadores también, aunque hayan estudiado administración técnica y tecnológica.

- ¿Cuándo puedo entrevistarles?

- Después de que tomes el té puedes verles individualmente o en grupo, si quieres.

- Quiero ver a los cuatro juntos, por favor.

- Como quieras. Veré si están preparados mientras te tomas el té y aquí te dejo sus currículums, pues es conveniente que les vayas conociendo antes de la entrevista. Vuelvo en unos minutos.

George miró los currículums y se sorprendió bastante, pero no quiso precipitarse hasta entrevistarles y resumió sus datos en un papel:
Muhammad Alí-Musulmán 38 años Dirigió Proyectos Gubernamentales y electrónicos en Egipto, pero sin finalizar.
Amir Ishaq 37 años – cristiano Dirigió Proyectos Técnicos de Naciones Unidas con el Gobierno Egipcio y el Centro de Datos Egipcio.
Salwa Hasan 39 años – Musulmana Dirigió proyectos técnicos para una empresa de inteligencia artificial.
Mazen Kamal 39 años – Musulmán Dirigió dos empresas de programación y diseño.
Y, en cuanto terminó de escribir, entró el Dr. Khaled.

- Si estás preparado, les llamo para entrar.

- Estoy preparado.

- Muy bien, George. Yo me voy. ¿Cuándo vuelvo a por ti?

- Gracias, Yamal. No creo que tarde más de una hora. Te estaré esperando, pues hay un sitio al que quiero ir contigo después.

- Bien, hasta luego…

El doctor Khaled a los candidatos ir a la sala de reuniones donde George los estaba esperando

- No quiero alargar este es el ingeniero George, os he explicado lo que quiere, y he mirado vuestros currículums, y para resumir la reunión va a ser en conjunto. Adelante George

- Me han gustado mucho vuestros currículums, aquí los tengo, deseo que cada uno de vosotros me diga lo que puede hacer por esta empresa y por qué la ha elegido

George escuchó lo que dijeron y le han gustado todos y les explicó el trabajo. Y decidió elegir a tres de ellos: Amir, Salwa, Mazen, pues Muhammad no era adecuado para el trabajo. Les pidió que eligieran un líder para el proyecto y eligieron a Amir

- ¿No tenéis problema con que vuestro líder sea cristiano?

- ¿Qué problema hay en que sea cristiano?

- Amir es mi amigo desde el instituto y es el más indicado para el puesto de director, le deseo que se haga musulmán pero aunque no se convierta sigue siendo mi amigo

- No tenemos problemas con los musulmanes como en Occidente, y creía que Mazen era más apto que yo para el puesto.

- Tengo una cita pronto, deseo que terminéis vuestra reunión y decidáis un buen plan para organizar el proyecto para el primer año, nos vemos mañana por mañana para revisar, estudiar, y aplicar el plan de trabajo, además os tengo que decir que he entrevistado buenos candidatos técnicos en la oficina de contratación internacional, que trabajarán con nosotros

- ¿El que dirige Georges?

- Sí, Amir, ¿le conoces?

- Dr. Georges es mi amigo y el de Mazen y tiene un buen equipo de trabajo

- Además he conocido a una buena programadora que entrevisté en otra oficina y se llama Diana Samih

- Jajaja… ¿Diana Samih la programadora?

- ¿La conoces?

- Es mi sobrina

- ¿Tu eres tío?

- Sí

- Imposible

- ¿Por qué imposible?

- Debo verme contigo esta tarde, ¿aceptarías que te invitara a cenar a las siete?

- ¿A todos?

- No, sólo a ti debido a un asunto privado

- Bien, ¿dónde?

- En el hotel en el que me alojo, esta es su dirección

(3)

- Quiero que me lleves a un lugar sin rechistar

- Bien, ¿adónde?

- Adonde pueda ver gente pobre y sencilla y hablar con ellos

- Es un pedido extraño, no me opondré pero me gustaría saber el por qué

- Quiero escuchar cosas de ellos y conocer su visión de la vida

- Buena razón

- Por cierto, acabo de conocer al tío de Diana el que dijo que la quería matar si ella se convertía al Islam y tengo una idea

- ¿Dónde le conociste?

- Es quien va a ser el director del proyecto

- Definitivamente no sirve,¿ por qué le has elegido George?

- No sabía que era su tío sino después de haber tomado la decisión

- Esto es un defecto y falta de moral, podría hacerte cambiar de opinión

- Tienes razón, y esto es lo que sucederá pero después de hacer un experimento esta tarde, pues te invito a cenar conmigo en el hotel

- ¿Qué quieres decir?

- Lo verás esta tarde

- Ya hemos llegado al barrio popular

- Quiero ver a una persona en su casa

- ¿Ver a alguien en su casa? Pero yo sólo conozco a uno en la otra parte de la calle, déjame que le llame para asegurarme de que está en casa y que pueda recibirnos

- Bien, yo voy a llamar a Diana

George llamó a Diana y quedó con ella a las siete en el hotel.
Y Yamal llamó al tío Saïd para informarle de que George le quería ver.

- ¿Por qué no compramos comida y la llevamos?

- ¿Por qué?

- Porque no conviene ir a casa de la gente en horas de comer y que nos inviten sin haber avisado, y yo sé que el tío Saïd es pobre y no puede.

- Bien, vamos a comprar comida buena y dulces y todo lo que necesite

Y llegaron a la casa del tío Saïd, era una casa vieja en una calle estrecha y sucia. Yamal llamó a la puerta y el tío Saïd abrió con una sonrisa, entonces entraron con la comida, la fruta y los dulces. Les llevó a una habitación vieja pero limpia y ordenada, con una alfombra en el suelo y en el centro un mantel donde puso pan y algunas verduras y un plato de arroz

- Comed

- Toma, aquí hemos traído comida

- Os lo agradezco, pero no teníais porque molestaros, pues os he preparado esto. Dadme un minuto que se lo doy a mi familia y nos lo prepara

El tío Saïd se fue, entonces George pidió a Yamal que le informara de la conversación que acaba de oír entre ellos y que le tradujera exactamente lo que le decía el tío Saïd, que no dejara ninguna palabra sin traducir. Pasados unos minutos llegó el tío Saïd con una bandeja grande llena de los platos de comida que habían traído

- Adelante, comed

- Yamal, pregúntale qué es lo que desea en esta vida

- Dignidad y salud hijo

- ¿Y es feliz en su vida?

- Hijo, la gracia de Dios es grande, pues tengo casa e hijos y como todos los días, no necesito más

- ¿No desea dinero y fortuna?

- Dios nos sostiene y nos da no sólo dinero sino además salud y sosiego

- Pregúntale que quiere decir con sosiego

- Yamal pregúntale cómo vive. Pues quien no entiende qué es sosiego, vive en una desgracia

- Por favor repíteme la pregunta cómo y cuándo sientes sosiego

- Encuentro el sosiego cuando tomo té con mis hijos por la tarde y cuando me acuesto por la noche en mi cama pensando que no he desobedecido a mi Dios y que he cumplido con mis deberes y no he hecho daño a nadie, hijo dile: ¿no sientes sosiego después de rezar?

Cuando Yamal tradujo la pregunta a George, este se quedó callado durante un momento, mientras miraba el suelo

- Lo siento si mis palabras han ofendido a mi invitado

- No debes disculparte, pues yo me disculpo por no responder, si me lo permites, quiero hacerle una última pregunta, pregúntale por qué vive

- Vuestras preguntas son raras, ¿acaso hay alguien que no sabe por qué vive? Hijo mío, Dios nos ha creado para adorarle, pues él nos sostiene con su generosidad y gracia, sin embargo no entiendo por qué me habéis visitado.

- Dile que es para que aprendamos de él

- Que Dios os bendiga

George observó que el tío Saïd comía más de su comida que de la comida que le habían traído

- Yamal pregúntale por qué no come de la comida que le hemos traído

- Para que comáis vosotros, pues sois mis invitados. A pesar de que lo habéis traído vosotros. Y sinceramente me siento más cómodo comiendo de mi comida sencilla, ya que la persona feliz se abstiene de todo mal pues toda comida es buena para él y toda su vida es feliz y gracias a Dios

Terminaron de comer, se despidieron del tío Saïd y le agradecieron la invitación, y se fueron

- Parece que te he molestado, sin embargo me gustaría visitar una iglesia o a un ciudadano cristiano sencillo

- Entonces vayamos al vecino del tío Saïd que es cristiano, ¿quieres que le informe?

- Vale

Yamal llamó al tío Saïd, y en cuestión de minutos el tío Saïd vino sonriendo

- Adelante

- ¿Adónde?

- A casa de mi vecino, ya le informé y os recibe en su casa

Llamaron a la casa y abrió una mujer vieja con la cabeza cubierta y sólo se veía su cara

- Adelante, Saber se está lavando una cara porque le acabo de despertar

- Dadme un minuto, voy a mi casa a traer una cosa

- Yamal, ¿estás seguro que es casa de un cristiano?

- Sí, según dicen

- ¿Por qué entonces la mujer se cubre la cabeza?

- Sé la respuesta, pero prefiero que la oigas de ellos

El tío Saïd vino con café y algo de comer y se lo ofreció.

- Le dije a mi vecino que no preparase nada porque yo tengo, ya que le hemos sorprendido con la visita y mis invitados son sus invitados

- Gracias por la comida y el café y por los invitados

- Yamal pregúntales desde cuándo son vecinos

- Saïd es mi amigo desde que tenía 12 años, pues su padre y el mío eran vecinos

- Pero no tenéis la misma religión

- Cierto, pero somos vecinos y amigos. Todos los días Saïd me aconseja de ser musulmán

- Pregúntale qué opina del Islam y del Cristianismo y la relación entre ellos

- Hijo, Jesús y Muhammad son profetas ambos, yo y mis padres somos cristianos y Saïd y sus padres son musulmanes, y desde hace tiempo somos buenos amigos

- Pregúntale por qué no se hizo musulmán ya que cree en el profeta Muhammad

- Jajaja, y Saïd también cree que Jesús es profeta de Dios, ¿por qué no se hace cristiano?

- Porque el musulmán cree que Jesús es profeta de Allah, pero el cristiano no cree que Muhammad es profeta de Allah

- Lo mismo me dice Saïd. ¿Quieres la verdad hijo? Tengo miedo de dejar la religión de mi padre y de mi abuelo, pues yo estoy convencido de lo que me dice Saïd, pero tengo una pregunta, ¿tú eres musulmán o cristiano?

- Me gustaría no responder ahora, pero tengo otra pregunta, ¿por qué tu mujer se cubre como los musulmanes?

- Mi mujer se viste como todas las egipcias, musulmanas o cristianas

- Las cristianas en Europa no se cubren la cabeza

- Sé que en Europa hubo mujeres que se cubren la cabeza, e incluso sus caras en otras épocas, observa a tus abuelas. Nosotros también, pero las chicas jóvenes, especialmente las cristianas, les gusta imitaros en todo.

- ¿Por qué las cristianas especialmente?

- Porque la religión de los musulmanes afecta a la vida, y el pecado y el error se van con el arrepentimiento, mientras que para los cristianos su vida se afecta cuando está en la iglesia, y nos basta con que Jesús nos ha salvado de nuestros pecados, que es más sencillo

- Os lo agradezco, debemos irnos ahora que tenemos cita en el hotel

Se despidieron del tío Saïd y del tío Saber, y se fueron hacia el coche

- ¿Has conseguido lo que querías?

- Sí, pues mi cabeza está a punto de estallar, no sé… siento que en mi interior hay un volcán ardiendo, y de no ser por la cita con Diana y su tío habría pasado más tiempo con estos dos hombres sencillos, pues ellos expresan la vida con profunda sencillez, y Yamal permíteme, no siento deseo de hablar

- Bien

La cabeza de George estaba a punto de estallar por una sola pregunta: ¿qué es lo que le impedía tomar el camino de la felicidad? ¿Acaso es la cobardía? ¿O es que aún no está seguro del camino? ¿O es que sabe lo que no quiere, pero no sabe lo que quiere? Deseó que la intensidad de las preguntas se rebajaran de su mente de tantos datos que ha obtenido hoy

(4)

- Estamos cerca del hotel, he invitado a Diana y su tío a cenar

- ¿Y qué quieres hacer?

- Haré que la mujer entre en el Islam, que supere el problema con su tío

- Bien, ahora te has convertido en un predicador del Islam, ¿pero cuándo vas a hacerte musulmán?

- Igual que le dije al tío Saber, me reservo la respuesta, pues mi cabeza estaba a punto de estallar de la pregunta, o puede que quiera huir de ella, no sé…

- ¿Y cómo la vas a llamar al Islam, predicador?

- Gracias por burlarte de mí. Ella quiere entrar en el Islam pero tiene miedo de su tío y yo la voy a ayudar

- ¿Cómo?

- Lo verás, hemos llegado

- Lo importante es que no le creas un problema a Diana con su tío

- Hemos llegado a tiempo, subiré para dejar mi maletín y bajaré rápido al restaurante

Yamal entró al restaurante y vio a Diana sentada con su tío sentado en una mesa esperando a George, se sentó con ellos.

- George subió a dejar su maletín

- No sé lo que quiere, pues en cuanto supo que soy el tío de Diana, insistió en cenar con él, ¿sabes por qué?

- Puede que Diana lo sepa

- Yo no sé nada, esta mañana me dijo que me llamaría y me respondería sobre el por qué no se convertía al Islam y ahora me sorprende con la invitación a cenar

George llegó al restaurante, Diana le vio de lejos y le señaló y él se acercó a la mesa

- Os presento, el director de nuestra sucursal en Egipto, Diana la programadora de nuestra empresa, y este es mi amigo el musulmán que no es programador pero se especializó en la madre de la programación, las matemáticas.

- ¡¿Mi tío el director de vuestra sucursal?!

- Es el director de la empresa por su capacidad y por haber sido elegido por sus compañeros a pesar de ser musulmanes

- Agradezco vuestra confianza en mí

- Sin embargo, aún me sorprendo de que sus compañeros musulmanes le hayan elegido

Diana sonrió y dijo:

- ¿Qué hay de extraño en eso?

- Lo extraño es que los cristianos alejan a la gente del Islam

Dijo Amir con asombro:

- Pues porque no entienden bien el Islam.

- ¿Quieres decir Amir que no pasa nada si un cristiano entra al Islam?

- Te voy a decir lo que creo aunque a lo mejor no te guste, yo no veo ningún problema en que en el Islam entre cualquier cristiano y lo que no sabes de mí es que desde hace tres semanas llevo yendo a un centro de enseñanza islámica, y es posible que me convierta.

- Tu tío quiere entrar al Islam, ¿qué es lo que te lo impide a ti?

- Jajaja, ahora entiendo jajaja

- ¿Qué es lo que entiendes, qué te pasa?

- Mi tío Amir no es el tío del que te hablé

- ¿Cómo? ¿Entonces es el hermano del tío del que me hablaste?

- No, puede que te extrañe pero mi abuelo se casó con más de una mujer

- ¿Cristiano y se casó con más de una mujer? No conozco a ningún cristiano polígamo

- ¿Quién dijo eso? Algunos cristianos dicen que el Evangelio no prohíbe la poligamia, incluso encarcelaron al Papa Marcos V porque había prohibido la poligamia y la gente la quería, y algunos obispos les apoyaron, y aunque fuese por influencia de los musulmanes como algunos enemigos dicen, o porque el Nuevo Testamento no lo prohíbe como dicen los obispos que apoyan la poligamia, ésta es mejor que tener muchas amantes según dicen las esposas, y de todas formas la esposa de mi abuelo murió y entonces se casó con otra, y mi tío Amir no es hermano de mi tío Marcos del que te hablé

- Qué extraño. ¿La gente quiere la poligamia?

- Ahora entiendo por qué me has invitado, pues creías que era el tío que le impedía a Diana convertirse al Islam

- Sí

Diana se mordió los labios y dijo con firmeza:

- Había entendido que la invitación era para dijeras lo que te impide entrar al Islam

Dijo Yamal con asombro:

- Permitidme que os interrumpa, cierto, si estás interesado en que Diana entre en el Islam, ¿por qué no entras tú?

- Ya le he hecho esta pregunta, pero huye de responderla y creí que me había invitado para responderme

- Os voy a responder obligado, y si me dais permiso os lo agradecería

Dijo Amir sonriendo:

- Entonces no respondas, queremos respuesta pero cuando te sientas cómodo

Diana miró hacia arriba y dijo:

- Yo conozco la respuesta pero no la voy a decir mientras tú no la quieras decir

- Gracias a todos vosotros… pero no creo que ninguno sepa lo que hay en mí interior

- Eres persona humana y quieres la felicidad, y yo y mi tío Amir también, y lo que nos impide a nosotros es lo mismo que te impide a ti. Aunque fuéramos valientes y lo dijésemos, o fuéramos cobardes y nos escondiésemos de la respuesta a nosotros mismos, pues yo por ejemplo miento a mí misma y me excuso con las circunstancias cuando digo que mi tío Marcos es el problema. Si tuviera la valentía y la libertad suficientes habría tomado la decisión

- Me confundes, ¿qué es lo que te lo impide entonces?

Diana pasó sus manos por su pelo y dijo:

- Lo que de verdad me impide es lo mismo que te impide a ti y a Amir, y al igual que te hemos permitido que no nos lo digas para que no muestres tus contradicciones, permítenos a nosotros también lo mismo, pues cada persona tiene contradicciones, instintos y aspiraciones en su interior, y la sinceridad de la persona consigo misma es difícil especialmente cuando se refiere al sentido de la vida de la persona y su existencia, y por eso la gente huye hacia al alcohol y la diversión. Igual que hice yo por cobardía

Amir se vio afectado por las palabras de Diana, y miró hacia el suelo y dijo:

- Entiendo lo que dices, pues la persona debe vivir feliz y descubrir por sí misma la felicidad, para conocer a su Dios y disfrute de su vida, pero es una decisión que requiere mucha valentía y libertad, y tú Diana, eres la más valiente de nosotros por lo que dijiste

Dijo Yamal mirándoles confuso:

- Yo no entiendo lo que decís sobre la valentía

Dijo Diana con voz tranquila y profunda:

- La valentía de librarse de enfermedades psicológicas y sobrepasar las circunstancias, los deseos y las pruebas es una libertad para tomar las decisiones que cambian las costumbres, y hacen superar las dudas que se infunden y el engaño. Es la valentía de lo que no puede decir tu lengua aunque tu corazón lo sepa muy bien

- Aun no entiendo nada

- Puede que sea difícil para ti entenderlo porque naciste musulmán, pero yo sí que entendí lo que quieres decir Diana, y creo que George también

Los ojos de Diana lagrimaron y dijo:

- A lo mejor no quiere entender o no quiere mostrar que entiende, pues mucha gente huye de sí misma para creer que es feliz

Por la mente de George pasaron todas las etapas de su viaje de búsqueda en una especie de película rápida, y recordó todos los versos que leyó del Corán y todas las circunstancias y todas las contradicciones a las que intentó hallar una respuesta. Las miradas perdidas de George indicaron que dentro de él había un volcán a punto de estallar que intentaba ocultar pero no podía y entonces decidió hablar un poco

- Sí, entiendo

- Yo entendí que habláis con adivinanzas, y lo que os quiero decir es que es bueno que entréis al Islam para que halléis la felicidad de esta vida y la otra pues dice Allah en el Corán: () Pues toda la gracia y toda la religión se han completado con el Islam

- Creo que entendí muy bien lo que llevaba buscando durante mucho tiempo

- ¿Y qué es lo que llevabas buscando?

- Me buscaba a mí mismo y el significado de mi vida y de mi existencia. Busco la luz del monoteísmo y la belleza de la vida. Busco el placer del alma de la mente y del espíritu

Diana secó sus lágrimas y dijo:

- -Lo mismo busco yo

- He encontrado la fina cadena que organiza los abalorios de mi vida para formar un bonito collar. Ahora entiendo por qué he sido creado y por qué vivo

- Yo no entiendo nada, ¿podrías decirme qué es lo que has entendido?

La cara de Diana se iluminó con una enorme sonrisa y dijo:

- Siento lo que sientes, pues tú eres el que más libertad y valentía tiene. Qué bonita es la sinceridad de la persona consigo misma

- Entiendo lo que quiero, entiendo a Adam, Mutíurrahman, Lyvi, Tom, Catherina, Habib, Ormelia, Michael, Janulca, y Cakh, y lo que es más importante a George. He entendido el significado de mi vida

- No entiendo nada, ¿qué son esos nombres que acabas de decir?

Los ojos de Amir lagrimaron y dijo:

- Ahora te entiendo George, eres maravilloso.

- Y he entendido las palabras del anciano sobre el camino de la felicidad

- ¿Anciano? ¿Podrías indicarnos el camino de la felicidad?

- Me ha respondido mi alma, la acabo de oír. Os debo mucho a todos.

- ¡¿Te ha respondido tu alma?!

- Sí, estaba separado de mi alma. Mi mente y mi ciencia supieron el camino mientras mi alma estaba lejos

Dijo Amir con asombro:

- Parece que me estás describiendo, y ¿qué te dice tu alma?

- Mi alma me ha dicho cómo me irá bien en esta vida y en la otra, y cómo armonizo mi espíritu con el monoteísmo que dio sentido a mi vida

Diana se vio afectada y lloró y dijo:

- ¿Armonizar esta vida con la otra?

- Y el alma con la ciencia y la mente con el espíritu, entonces se abrazan en vez de entrar en conflicto, pues ese conflicto me dejaba muy desgraciado

- Bonito, que bellos son los momentos de claridad. ¿Cómo se encontró tu alma con ello ahora?

La cara de George estaba iluminada mientras decía:

- El placer del cuerpo y del alma se juntaron… y los de la sencillez con la profundidad… y la vida mundanal con la última vida… y los principios con los intereses…

- Maravilloso… Maravilloso…

- Voy a viajar mañana por la tarde a Londres para informarle de que he encontrado el camino de la felicidad pues cuán injusto he sido conmigo mismo y cuánto tiempo de mi vida he perdido.

- ¿A quién le vas a informar?

- Al anciano que me aseguró que mi alma encontraría el camino

- ¿Y qué hay de la sucursal que vas a abrir aquí?

- Mañana terminaré sus trámites y mi avión es a las ocho de la tarde, y pasado mañana es viernes, y me gustaría informar al anciano de que mi alma y mi vida se conocieron y se organizaron. Cuánto deseo hablar con mis seres queridos ahora, pues me siento muy feliz, soy realmente feliz. He encontrado el camino

- Te felicito George

- Os pido permiso, quiero subir a mi habitación ahora

George subió a su habitación y escribió a sus amigos por correo:

Queridos amigos que viajasteis conmigo buscando la felicidad. La he encontrado… la he encontrado… la he encontrado… estoy muy feliz… ya sé la respuesta a mis angustiosas preguntas

Todos vosotros os merecéis la guía y la luz que ilumina el corazón…

Todos vosotros os merecéis tener la conciencia tranquila y disfrutar del monoteísmo…

Todos vosotros os merecéis disfrutar del alma y sus deseos…

Todos vosotros os merecéis el bien de esta vida y su belleza…

Todos vosotros os merecéis la felicidad de esta vida y la otra…

Deseo a vosotros el bien y el camino de la felicidad que he encontrado, sí, lo he encontrado y en él se juntó mi alma con mi espíritu y con mi mente, y mi vida con mi otra vida, y el disfrute del cuerpo con el del alma, y se ha juntado mi alma después de haberse dispersado, pues he encontrado las respuestas a todas mis preguntas… Es el camino de la felicidad

¡Gracias a ti, oh Misericordioso, oh Generoso!

Os quiere George Nison.



Relacionado: