La luz celestial (La necesidad del ser humano por el Mensaje)

La luz celestial (La necesidad del ser humano por el Mensaje)

La luz celestial (La necesidad del ser humano por el Mensaje)

Al entrar Rashid a la sala de estar del albergue juvenil, encontró a Michael sentado junto a una de las mesas mirando fijamente al techo de la sala como si estuviese contemplando la lámpara que colgaba de él. Rashid se dirigió hacia él y le saludó. Pero Michael ni siquiera se percató de su presencia. Entonces, Rashid se sentó en la silla que estaba en frente suya y le dijo:

Parece que estás muy concentrado en algo importante. Hazme partícipe de tus preocupaciones.

Michael. ¡Oh! Lo siento. No te vi llegar.

¿Aún no ha llegado Rajeev?

Rashid: Faltan cinco minutos para la hora a la que habíamos quedado.

Allí está. Acaba de llegar.

Rajeev: Buenas tardes amigos. Se os echa de menos.

Rashid: Igualmente.

Michael: En realidad, estoy muy contento con nuestras tertulias porque han sido muy productivas. Estuve pensando muy profundamente en algo importante antes de vuestra llegada. Es algo que me gustaría compartir con vosotros. Estas ideas son el resultado de nuestro último diálogo. Si Dios, Quien nos ha creado, es Quien debemos tomar como deidad, ¿es posible que nos haya dejado sin algo que nos conecte a él ni una manera de conocerle? ¿Es posible que nos deje así solos?

Rajeev: Estuve pensando en ese mismo tema antes de venir aquí.

Rashid: Vuestra pregunta es muy buena y oportuna. Es totalmente inconcebible que Dios, Quien ha creado al ser humano en la mejor de las complexiones, y nos ha puesto a nuestro servicio la tierra a la que hace descender bendiciones del cielo sin que realmente lo merezcamos, haya creado todo este universo, a todos estos seres humanos, y les haya otorgado estos favores sin ningún propósito, finalidad o plan.

Michael: Muy bien. Deberíamos profundizar en este punto. Entonces, ¿cuál es la finalidad o el plan por los cuales ha creado Dios el universo y el ser humano y les ha dado Sus favores?

Rajeev: Me imagino que estará relacionado con los atributos del verdadero Dios que hemos mencionado en nuestra última tertulia, porque Dios ya existía antes de que existiera esta creación. Pero aún, no puedo sacar de ello una conclusión razonada con precisión.

Rashid: Rajeev, lo que has dicho es exacto. Es algo que intento señalaros y acercaros a través de estos ejemplos que tienen como fin aproximar conceptos sin que ello signifique que son iguales en el caso de Dios. Cuando alguien quiere algo, lo lógico es que uno quiera conseguirlo y realizarlo. ¿No es así?

Rajeev: Así es.

Rashid: Entonces, ¿Qué podría impedirte conseguirlo en realidad?

Rajeev: La única razón que se me ocurre ahora es no poder realizarlo.

Rashid: Así que, una vez tuvieses capacidad para ello, lo realizarías.Y esa es la cuestión.

Michael: Más que aclarar las cosas, tu ejemplo ha aumentado mi confusión.

Rashid: Tienes razón, voy a terminar de explicarlo. En el último diálogo coincidimos en que Dios, alabado sea, tiene atributos que son los más bellos y excelsos. Son atributos loables que aman tanto Dios, glorificado sea, como sus criaturas. Entre dichos atributos está que Dios, exaltado sea, es el Creador, el Omnipotente, el Soberano… El amor hacia estos atributos conlleva realizarlos y llevarlos a cabo.

Dado que Dios, alabado sea, es Omnipotente y nada Le impide llevar a cabo Su voluntad, entonces Dios, glorificado sea, creó Su creación para que ello sea el reflejo de uno de Sus atributos loables y amables. Es decir, puesto que Él es el Creador, Él ama crear; dado que Él es el Benefactor, ama otorgar sus favores; dado que Él es el Misericordioso, ama tener misericordia y, dado que Él es el Omnipotente, nada Le impide realizar todo lo que quiere y ama.

Michael: Entonces, ¿dónde quedamos nosotros en esta ecuación?

Rashid: Quedamos en que Dios, alabado sea, nos ha creado para conocerlo, exaltarlo de toda imperfección y cualquier defecto. Nos agasajó con Sus favores; no sólo para disfrutar de ellos, sino para agradecerle y no malgastarlos. Él, alabado sea, ama ser agradecido y loado, puesto que son actos que significan la afirmación de nuestra adoración hacia Él y sólo Él; porque Sólo Él es el Benefactor, el Creador y el merecedor de ser adorado.

Rajeev: Hay dos puntos que suscitan tus palabras. Primero, ¿acaso esto significa que debemos permanecer todas nuestras vidas en un templo para cumplir lo que dices?

Rashid: No, no, en absoluto quise decir eso. Ese es un significado limitado de la servidumbre hacia Dios; un significado que el Islam, la religión que practico, no acepta. La servidumbre hacia Dios tiene un significado que abarca todas las actividades de la vida, incluidas la edificación en la tierra y el establecimiento de la civilización humana.

Michael: No obstante, estamos edificando esta tierra y estableciendo nuestra civilización contemporánea sin basarnos en la religión.

Rashid: Y debido a eso, encontramos que se extienden diferentes fenómenos de sufrimiento como resultado de esta civilización. Cada vez son más frecuentes los casos de ansiedad, suicidio, desvío, desintegración social, de injusticia del ser humano contra sus hermanos humanos, especialmente si se asegura de la ausencia de quien le vigila. Esa situación se acerca, más que a la civilización, a la urbanidad. Es decir, un sistema que se interesa por las posesiones materiales, las invenciones y su desarrollo, mientras que la dimensión humana está ausente de ella. Si tomamos en consideración esta dimensión humana, es necesario fijarnos en todos los componentes del ser humano, encabezados por su componente espiritual. Cuando la civilización y la actividad humana mantienen su relación con el Creador del ser humano, todas sus dimensiones encuentran su armonía con la humanidad del hombre, con todo el género humano e incluso, con todo el universo. Porque, simplemente, Él es Quien creó al ser humano y al universo, y Él es quien mejor sabe lo que los conviene y lo que los destruye.

Michael: ¿Eso significa que para que nuestro arquitecto Rajeev, por ejemplo, haga bien su trabajo deberá basarse en los libros de religión? ¿Eso es ilógico? Además, si damos por hecho lo que dices, ¿cómo podemos alcanzar aquello que Dios quiere de nosotros para así vivir una vida correcta?

Rashid: Lo que dije no significa que la religión se entromete en las cuestiones técnicas, científicas y las demás actividades mundanales. Pero sí que establece marcos y directrices éticas para dichas actividades. Establece un sistema que orienta la vida, que organiza las relaciones interhumanas, sociales y entre sociedades. Además de hacer que dicho ser humano sea conocedor de su estatus en el universo y de su relación con su Señor.

Os daré dos ejemplos para aclarar esto. Dios, alabado sea, nos creó, creó la tierra y todo cuanto hay en ella; hizo que brotasen alimentos de la tierra para nosotros gracias al agua que hace descender del cielo, pero también hizo brotar plantas venenosas letales. Y nos dio nuestras mentes para poder usarlas a la hora de distinguir entre lo dañino y lo nutritivo. Nos otorgó la capacidad de usar nuestras experiencias con el fin de descubrir estas plantas, beneficiarnos de ellas, extraer medicamentos y remedios de ellas, etc. Y nos puso una regla en Su religión: nos es prohibido todo aquello que nos causa daño o causa daño a los demás.

Otro ejemplo es que todos los seres humanos coinciden en el bien que hay en la justicia y la maldad de la injusticia. No obstante, al entrar en los detalles de la justicia, encontramos muchas divergencias. Eso se debe a que las mentes difieren al determinar sus finalidades y sus metas. Además, están los intereses de cada grupo que en ocasiones entran en conflicto entre sí. Por ello, necesitamos que la fuente de esta justicia sea Aquel que posee una autoridad suprema sobre todos los humanos, ante Quien todos los humanos son iguales, y no tiene por qué inclinarse hacia un grupo de personas por capricho, por interés o por necesidad de un beneficio personal.

En cuanto a cómo podemos llegar al conocimiento de aquello que Dios quiere de nosotros, eso está relacionado también con los atributos de Dios, glorificado sea. Él, alabado sea, es el Soberano, el Sabio, y tal y como dijimos antes, Dios creó este universo por una finalidad sabia y no lo hizo como despropósito. ¿Os imagináis que fuera sabio que una empresa, por ejemplo, se fundase, construyese sus edificios, trabajasen en ella sus empleados, funcionasen sus máquinas y comercializase sus productos, sin que ello estuviera bajo un plan de trabajo y una gestión?

Michael: No, por supuesto.

Rashid: Entonces, ¿qué decir de este universo y esta creación? Por ello, Dios, alabado sea, reveló sus libros y sus pactos. Para que sean una guía para los humanos, para orientarles hacia su beneficio en sus cuestiones espirituales y en su vida mundana. Ello es posible mediante embajadores que unen a Dios con sus siervos, Sus profetas, que la paz y las bendiciones sean con ellos, son quienes comunican las órdenes y las prohibiciones de Dios, glorificado sea, son quienes nos posibilitan conocer a nuestro Señor, son los que nos indican la verdadera justicia y nos enseñan cómo evitar la injusticia; en definitiva, son ellos quienes explican a los humanos todo lo que les beneficia y les perjudica en su vida mundanal y en su otra vida.

El ser humano necesita desesperadamente el Mensaje porque con él puede cumplir dos cosas: realizar aquello que le beneficia y evitar aquello que le perjudica. El Mensaje es como la luz que ilumina lo que nos beneficia y lo que nos perjudica. Es la luz de Dios en Su tierra, es Su justicia entre Sus siervos.

La finalidad del Mensaje no es la distinción sensorial entre lo beneficioso y lo perjudicial; eso es posible incluso para los animales que carecen de raciocinio. Un asno, por ejemplo, sabe diferenciar entre la cebada y el polvo. En realidad, se trata de distinguir entre las acciones que benefician o perjudican a quienes las llevan a cabo en su vida terrenal, pero también en su vida después de la muerte. Si no fuese por el Mensaje, la mente no habría llegado a los detalles de lo beneficioso y lo perjudicial en nuestras vidas.

Rajeev: El segundo punto, es que vemos que la gente diverge en sus posturas acerca de Dios y de la sumisión ante Él. ¿Cómo pueden ser equiparables unos y otros en su disfrute de Sus favores?

Rashid: Eso responde a la sabiduría de la puesta a prueba; es un examen para revelar su postura respecto a Dios. No obstante, por supuesto que no tendrán la misma recompensa y el mismo destino. Dicha retribución se basará en los mensajes de los mensajeros. Esos mensajes son como los estatutos y acuerdos que habrá que consultar.

Michael: Añado un tercer punto que es que todos los seres humanos disfrutan de los favores de Dios, mientras que entre ellos están quienes mienten, engañan y son injustos. Algunos pueden eludir los castigos de la sociedad y no serle aplicada la ley.

Rashid: Esto también se incluye en la sabiduría de la puesta a prueba. No obstante, si esas personas se escapan del castigo y de la justicia que la sociedad debe establecer sobre ellos, no escaparán a la justicia divina. Esta es una de las razones de la resurrección y del juicio después de la muerte en el Día del Juicio. Es decir, un día de retribución; la retribución por las acciones buenas y malas hacia Dios, hacia uno mismo y hacia los demás. En dicho día, se dará la verdadera justicia entre los adversarios.

Aunque es necesaria una referencia que sirva de base mediante la cual la gente se juzga entre sí, que sea conocida para todos y que pueda ser consultada por todos. Aquí entra en juego también, el papel de los mensajes de los Mensajeros de Dios que dan a conocer a los seres humanos dicha base, según la cual serán juzgados y para que sepan cómo serán sus vidas después de la muerte; los deleites de los que disfrutarán o el castigo que les atormentará, y todo lo que ocurrirá en dicho día.

Rajeev: Rashid, ¿te acuerdas que dijimos que habría que debatir las cualidades de la religión verdadera?

Rashid: Sí, me acuerdo de ello.

Rajeev: Creo que ha llegado el momento de abrir ese expediente.

Michael: Tienes razón Rajeev… Quizás deberíamos dedicar nuestra próxima tertulia a ese tema.




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