¡Oh aquel que busca felicidad!

¡Oh aquel que busca felicidad!

¡Oh aquel que busca felicidad!

Antes de venir a esta existencia fuiste totalmente inexistente tal y como dice Dios, alabado sea: “Pero, ¿no se da cuenta el hombre que ya una vez le creamos de la nada?” [Mariam:67]

Luego Dios te creó de tierra, después de un embrión y te dio vista y oído. Dios, glorificado sea, dice: “¿Acaso [no] hubo un lapso inconmensurable de tiempo antes [de la aparición] del hombre [un tiempo] en que él no era aún algo digno de mención? Ciertamente, hemos creado al hombre de una gota de esperma entremezclado, para ponerle [luego] a prueba: y por ello le hemos dotado de oído y de vista.” [Al-Insan:1-2]

Más tarde fuiste cambiando gradualmente de la fuerza a la debilidad, y tu estado final es la incapacidad. Dios, alabado sea, dijo: “Dios es quien os crea [a todos en un estado] de debilidad, y luego, después de la debilidad, dispone [para vosotros] fortaleza, y luego, después de [un período de] fortaleza, dispone la debilidad y las canas [de la vejez]. Él crea lo que quiere; y sólo Él es Omnisciente, infinito en Su poder.”
[Ar-Rum:54]

Y ciertamente, llegará el final indudable que es la muerte.

En todas esas etapas te irás mudando de debilidad en debilidad, sin poder traer beneficio alguno ni repeler perjuicio alguno de, ti excepto apoyándote en los favores que Dios te otorga como la fuerza, la capacidad y el sustento. En realidad, eres pobre y necesitado por naturaleza ya que, ¿cuántas son las cosas que ni si quiera están a tu alcance y que te son necesarias para preservar tu vida? Es más, puede que las obtengas a veces y las eches en falta otras veces. ¿Cuántas cosas hay que te son beneficiosas, que intentas obtener, pero en ocasiones te son disponibles y otras no? ¿Y cuántas cosas te causan daño, que decepcionan tus esperanzas, que echan a perder tus esfuerzos y que te traen estragos y malos momentos y que intentas evitar, pero que a veces consigues repeler y otras no?

¿Acaso no eres consciente de tu pobreza y tu necesidad a Dios? Él, exaltado sea, dice: “¡Oh gentes! Vosotros sois los que necesitáis a Dios, mientras que sólo Dios es autosuficiente, Aquel que es digno de toda alabanza.” [Fatir:15]

Un minúsculo virus que ni siquiera puedes ver a simple vista, puede entrometerse en tu camino y hacer de ti un enfermo que no abandona la cama sin que puedas evitarlo. Y entonces, acudes a otro ser humano tan débil como tú para que te cure, pero que quizás de con el remedio o quizás el médico se quede impotente, y entonces la confusión invade a paciente y médico a la vez. ¡Qué débil eres hijo de Adán! Si una mísera mosca te sustrajese algo, serías incapaz de recuperarlo de ella. Dios habló verazmente al decir: “¡Oh gentes! Se [os] presenta [a continuación] una parábola; ¡prestad, pues, atención a ella! ¡Ciertamente, esos seres a los que invocáis en lugar de Dios no pueden crear [ni siquiera] una mosca, ni aunque aunaran para ello todas sus fuerzas! ¡Y si una mosca les quita algo, no pueden recuperarlo! ¡Qué débil es, en verdad, el que implora, y [qué débil] el implorado!” [Al-Hayy:73]

Si ni siquiera puedes recuperar lo que te sustrae una mosca, ¿qué poder tienes? Tu destino está en manos de Dios, tu alma está en su poder, tu corazón entre los dedos del Misericordioso tornándolo como Él quiere, tu vida y tu muerte, tu felicidad y tu tristeza, así como tus movimientos, tu quietud, tus palabras y tus silencios; todo ellos está sujeto a la voluntad de Dios. No te mueves excepto con Su permiso, y no haces nada sin Su voluntad. Si Él te encomendara a ti mismo te estaría encomendando a la pura debilidad e incapacidad, al defecto, la falta y el pecado. Si te encomendara a otros te estaría encomendando a quienes no poseen para ti ni perjuicio, ni beneficio, ni vida, ni muerte, ni resurrección. No puedes prescindir de Él ni el más mínimo instante. En realidad, estás en una inevitable necesidad a Él mientras respires en lo explícito y en lo implícito. Él te cubre de favores y tú le respondes con pecados e ingratitud aún estando en necesidad absoluta hacia Él en todos los aspectos. Te olvidas de Él y Lo abandonas mientras que tu retorno y tu comparecencia han de ser ante Él.

¡Ser humano! Vista tu debilidad y tu impotencia para soportar las consecuencias de tus pecados: “Dios quiere haceros ligera vuestra carga: porque el hombre ha sido creado débil.” [An-Nisa’:28]

Dios ha enviado Mensajeros, hizo descender libros, legisló leyes, puso ante ti un camino recto y estableció pruebas, señales y evidencias haciendo así que todo sea un signo que indique su unicidad, Su señorío y Su divinidad. A pesar de todo ello, encontramos que algunas personas rechazan la Verdad y prefieren la falsedad, buscan apoyo en Satán y no en Dios, y discuten usando la falsedad: “Así, en verdad, hemos dado en este Corán toda clase de enseñanzas para [beneficio de] la humanidad. Sin embargo, el hombre es, por encima de todo, discutidor:” [Al-Kahf:54]

¿Acaso los favores de Dios en los que te mueves día y noche te han hecho olvidar tu principio y tu fin? ¿No recuerdas que has sido creado de un embrión, que acabarás en un agujero y que serás resucitado para el paraíso o para el infierno? Dios, glorificado sea, dijo: “¿Ni ve el hombre que le hemos creado de una [simple] gota de esperma –y luego, ¡he ahí! que se muestra dotado de capacidad para pensar y argumentar? ¡Y [ahora argumenta acerca de Nosotros, y] piensa de Nosotros en términos de comparación, olvidándose de cómo él mismo fue creado! [Y así] dice: “¿Quién dará vida a unos huesos convertidos en polvo?” Di: “Aquel que los creó por vez primera les dará vida [de nuevo], ya que Él conoce bien cada [aspecto de la] creación.”” [Ya-Sin:77-79]

Y dijo, alabado sea: “¡Oh hombre! ¿Qué es lo que engañosamente te aparta de tu generoso Señor, que te ha creado con arreglo a tu función, y conformó armoniosamente tu naturaleza?” [Al-Infitar:6-7]

¡Ser humano! ¿Por qué te privas a ti mismo del placer de la unicidad y la glorificación de Dios? Ese placer de alzarte ante Él y dirigirte a Él sin que nadie más te oiga, para que te saque de tu pobreza, cure tu enfermedad, disipe tus tristezas, perdone tus pecados, solucione tus problemas, para que te auxilie cuando sufres injusticias, para que te guíe si te confundes o si te extravías, para que te enseñe si ignoras, para que te de seguridad si temes, para que tenga misericordia con tu estado de debilidad, para que repele a tus enemigos y te traiga tu sustento.

¡Ser humano! Ciertamente, el favor más grande que Dios tiene contigo, después de la dádiva de la fe, es aquel de la razón. La razón con la que distingues lo que te es beneficioso y lo que te es pernicioso, con la que entiendes las órdenes y las prohibiciones de Dios, con la que entiendes tu propósito más supremo que es tu adoración únicamente a Dios, sin asociar a nadie con Él. Dios, exaltado sea, dijo: “Pues, cualquier bien que os llega, viene de Dios; y cuando os aflige una desgracia es a Él a quien pedís ayuda; sin embargo, tan pronto como os ha librado de la desgracia, he ahí que algunos de vosotros [empiezan a] atribuir parte en la divinidad de su Señor a otros poderes.” [An´Nahl:53-54]

¡Ser humano! La persona razonable ama las cosas más excelsas y no las más bajas y viles. Su espíritu aspira a seguir el ejemplo de personas piadosas y nobles como los Profetas y los justos. Su alma anhela reunirse con ellos y alcanzarlos. El camino a todo ello es aquel que nos indica Dios, alabado sea, cuando dice: “Di [Oh Profeta]: “Si amáis a Dios, seguidme, [y] Dios os amará y perdonará vuestras ofensas; pues Dios es indulgente, dispensador de gracia.”
[Al-Imran:31]

Me conoce mejor de lo que me conozco.

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“El Corán; ese libro noble que me cautivó con fuerza, se apoderó de mi corazón e hizo que me rindiese ante Dios. El Corán lleva a su lector al extremo donde se ve a sí mismo como si estuviese de pie ante su Creador. Si tomas el Corán con seriedad es imposible leerlo con simpleza ya que se impone sobre ti como si tuviese derechos que le debes. Te discute, te critica, te deja en evidencia y te desafía. Yo estaba en el otro extremo, pero vi con claridad que quien reveló el Corán me conoce mejor de lo que me conozco a mí mismo. El Corán siempre se adelantaba a mis ideas y trataba mis dudas. Todas las noches ponía mis preguntas y objeciones, pero siempre descubría la respuesta en el día siguiente. Me enfrenté a mí mismo cara a cara en las páginas del Corán.”

Jefrey Lang

Matemático estadounidense

¡Ser humano! No pierdes absolutamente nada si entras al Islam. Dios, glorificado sea, dice: “¿Y qué habrían de temer si tan sólo creyeran en Dios y en el Último Día, y gastaran [en Su causa] de lo que Dios les ha proveído como sustento; cuando en verdad Dios sabe todo acerca de ellos?” [An-Nisa’:39]

Es decir, ¿qué perjuicio les trae creer en Dios y en Sus revelaciones? ¿Qué daño les causa creer en Dios esperando lo que prometió en la otra vida para quienes obren bien? ¿Qué detrimento les supone gastar de aquello de lo que Dios les ha provisto en las vías que Él quiere y permite? Él conoce mejor que nadie sus intenciones, sean sinceras o no. Él es quien mejor conoce quien se merece su guía y su ayuda, para que le inspire, lo oriente, lo ayude a obrar bien y lograr Su complacencia, y sabe quién se merece el abandono y la expulsión de Su misericordia y Su grandiosa compañía de las que si uno es expulsado, caerá en la decepción y perderá en esta vida y en la otra.

Tu islam no te impedirá conseguir tus metas y obrar dentro de lo permisible. Más bien, Dios te recompensa por cada acción que efectúas por amor a Dios, alabado sea, aunque sea una acción que mejore tu vida terrenal e incremente tu dinero, tu estatus o tu honor. Incluso, cualquier alimento lícito que tomes si con ello tienes la intención de que lo lícito haga que no estés n necesidad de lo ilícito.

¡Ser humano! Los Mensajeros de Dios trajeron la Verdad y transmitieron la voluntad de Dios. Por ello, uno necesita conocer las leyes de Dios para avanzar en su vida con visión y para que esté entre los triunfadores en la otra vida. Dios, exaltado sea, dijo: “¡Oh gentes! El Enviado ha llegado a vosotros con la verdad procedente de vuestro Señor: ¡Creed, pues, por vuestro bien! y si negáis la verdad --¡ciertamente, de Dios es todo cuanto hay en los cielos y todo cuanto hay en la tierra, y Dios es en verdad Omnisciente, Sabio!”
[An-Nisa’:170]

Y dijo, glorificado sea Su nombre: “DI [Oh Profeta]: “¡Oh gentes! Os ha llegado ahora la verdad venida de vuestro Señor. Por tanto, quien elija seguir el camino recto, lo sigue sólo en beneficio propio; y quien elija extraviarse, se extravía sólo en detrimento propio. Y yo no soy responsable de vuestra conducta.”” [Yunus:108]

¡Ser humano! Ciertamente, si abrazas el islam no estarás beneficiando excepto a ti mismo, y si lo rechazas Sólo estarás perjudicándote a ti mismo, pues Dios prescinde de Sus siervos y a Él ni le perjudica el pecado de los pecadores ni Le beneficia la obediencia de los obedientes. No es desobedecido excepto con Su conocimiento y no es obedecido excepto mediante Su permiso. Dios, exaltado sea, dijo: “Os han llegado de vuestro Señor vías de discernimiento [por medio de esta escritura divina]. Así pues, quien quiera ver, lo hace por su propio bien; y quien decida seguir a ciegas, lo hace en detrimento propio. Y [diles a los ciegos de corazón]: “No soy vuestro guardián.”” [Al-Anaam:104]

Las profundidades de la civilización occidental

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“Sin duda, si uno se adentra en las profundidades de la civilización occidental, al comprender lo que encierra y al analizarla de manera precisa, teórica y prácticamente, es inevitable someterse a un poder invisible que lo devuelve a las aguas de la fe islámica para saciar su sed en ellas.”

Nassim Soussa

Conferenciante Judío Iraquí

Y Dios dijo, tal y como nos relata Su Profeta (Que la paz y las bendiciones sean con él): «¡Siervos míos! Ciertamente me he prohibido la injusticia a mí mismo e hice que esté prohibida entre vosotros. Así que no os tratéis injustamente. ¡Siervos míos! Todos estáis extraviados excepto aquellos a quienes Yo guié, así que pedidme guía y os guiaré. ¡Siervos míos! Todos estáis hambrientos excepto aquellos a quienes Yo di de comer, así que pedidme comida y os daré de comer. ¡Siervos míos! Todos estáis desnudos excepto aquellos a quienes Yo he vestido, así que pedidme ropa y yo os vestiré. ¡Siervos míos! Ciertamente, pecáis de noche y de día, y Yo perdono todos los pecados; así que pedidme perdón y Yo os perdonaré. ¡Siervos míos! Ciertamente, no podréis llegar a perjudicarme ni podréis llegar a beneficiarme. ¡Siervos míos! Ciertamente, si los primeros y los últimos entre vosotros, los genios y los humanos, tuviesen el corazón del hombre más piadoso entre vosotros, no incrementaría eso nada de Mi reino. ¡Siervos míos! Ciertamente, si los primeros y los últimos entre vosotros, los genios y los humanos, tuviesen el corazón del hombre más malicioso entre vosotros, no menoscabaría eso nada de Mi reino. ¡Siervos míos! Ciertamente, si los primeros y los últimos entre vosotros, los genios y los humanos, se pusieran de pie en el mismo lugar y me pidieran, Yo daría a cada uno su petición y ello no reduciría nada de lo que tengo excepto en la medida en la que se reduce el océano al introducir una aguja en Él. ¡Siervos míos! Son sólo vuestras acciones que Yo registro para vosotros y yo os la retribuyo. Así que, quien encuentre algo bueno, que dé gracias a Dios, y quien encuentre otra cosa, que sólo habrá de reprocharse a sí mismo». (Relatado por Muslim)

¡Ser humano! Este es el camino y no hay otro camino a la felicidad en esta vida y en la otra. En cuanto a los demás caminos, no son más que caminos de infelicidad, de sufrimiento y de perdición. Dios, alabado sea, dijo: “Y [sabed] que este es el camino que conduce rectamente a Mí: seguidlo, pues, y no sigáis otros caminos que os hagan desviaros de Su camino. [Todo] esto os ordena Él, para que os mantengáis conscientes de Él.” [Al-Anaam:153]

Así que, quien siga el camino de la felicidad, llegará a ella, y quien siga los demás caminos será apartado y alejado del camino de Dios y no entrará en el camino de la felicidad.

Los pilares de la paz y la felicidad

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“Europa ha empezado ahora a comprender la sabiduría de Muhammad y a amar su religión. La fe islámica va a quedar inocente de las acusaciones falsas que le adscribían los religiosos europeos en la Edad Media. La religión de Muhammad será el sistema que fundará los pilares de la paz y la felicidad, y sobre su filosofía se asentarán las soluciones de los contrariedades y se solucionarán los problemas y dificultades.”

Bernard Shaw

Escritor británico



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